Tenemos papa

La verdad me siento bastante alejado de la Iglesia Católica, no participo ni he participado nunca de ella, igual estoy bautizado y realice mi primera comunión, herencia de los padres. Y aunque sentí la muerte de Juan Pablo II, el sentimiento no era de tristeza por la muerte del líder católico, sino por grato recuerdo que tengo de este cuando realizo su visita a Chile el año 87. Chile por eso años, era dinamita a punto de explotar, la cosa política estaba peligrosa. La gente alzaba su voz pero era callada con palos y gases. Yo si bien era un niño en esa época, podía sentir lo que sucedía. Pero durante la visita de Juan Pablo II Chile fue otro país, se dijeron las cosas, la gente se unió para expresar lo que sentía y aunque el gobierno intento callar al pueblo, boicoteando las actividades papales y silenciando radio, las cosas igual se dijeron y se dijeren con fuerza, con la fuerza que da la rabia.
Lo que se vivió por esos días fue maravilloso. Incluso recuerdo la sensación de angustia cuando el papa se despidió de Chile en la nortina Antofagasta. Desde ese minuto, Chile comenzó a marchar de otra forma. Al menos así lo siento yo.
Ayer me entere que al nuevo papa siendo cardenal, también le toco visitar Chile días antes del plebiscito del octubre del 88, para dar señales que se estaba vigilando por la transparencia del proceso. Buenos deseos Benedicto XVI y ojalá un poco mas de tolerancia el mundo de hoy es otro y necesita mas tolerancia.