Nada como un café con galletas
Los que me conocen, saben de mi gusto por el café con galletas, un buen café, un café negro, caliente. El café reponedor de las mañanas, el café que te daba fuerzas para estudiar, el café calentito en invierno, el café con leche en las mañanas de colegio. Pero nada mejor, por lo menos para mi, que el cafecito después de almuerzo. Un rico café, en la cantidad justa, nada de tazón, eso se deja para la mañana, el cafecito de bajativo es lo mejor. Pero no es un café solo. No señor, tiene que acompañarse de algo dulce, una galletitas, un trozo de queque o kuchen de manzana, algo dulce, no importa que. Esta es un costumbre que me traspaso mi vieja y que se a convertido en una institución en mi familia, ahora llevada a mi casa.
Con los años ha evolucionado esta dependencia cafetera, me compre mi cafetera, de las que permiten hacer capuccino y cortado, pero estos se reservan para el fin de semana o para la comida con la familia o amigos, como no lucirse con un cortado a dos colores después de la cena.
Para terminar mi historia cafetera, me case con una dueña de café. Si, aunque no lo crean, así que tengo café para rato en mi vida, además de otras riquezas que ella sabe hornear.
1 Comments:
Que ricoo!!, antes para mi el café no era de tanta relevancia, ahora me encanta. Mi mamá siempre se toma un café después de almuerzo y me pegó la costumbre a mi, a veces me desespero cuando no lo hago y me dan unas ganas enormes de tomarme una taza, no una tacita, de café para "bajar" el almuerzo. Para que decir el acompañamiento, soy dulce, pero dulce dulce, antes que un completo o algo así para la once, prefiero un berlin, kuchen, queque, etc. Mmmmmmm! me dio hambre.
Salu2!!!
9:23 a. m.
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